Aftas bucales, posibles causas y soluciones
Las llagas o aftas bucales en la boca son un problema que puede resultar muy molesto y doloroso, ya que suelen aparecer sin avisar y crean una situación bastante incómoda, sobre todo a la hora de comer. Las llagas hacen que no se pueda masticar y que tragar sea algo incómodo y que duela mucho.
Lo más desagradable de esta situación es que no se puede prever, ya que se trata de un problema que aparece sin previo aviso y no se puede saber qué las causa exactamente. Entre todas las cosas que pueden provocarlas, figuran una infección vírica, que ataca las partes blandas de la boca y el estrés, una situación que hace que las defensas caigan y que se produzcan estas feas y desagradables heridas en la boca.
Por suerte, también hay otros motivos más identificables, que pueden ser localizados y solucionados con un diagnóstico acertado y eficaz. Si las aftas bucales están provocadas por alguna intervención del profesional odontólogo, este puede identificar el origen de los daños y actuar en consecuencia, evitando daños mayores y limpiando la zona de manera eficiente.
También pueden aparecer por el efecto del roce de alguna prótesis o brackets mal ajustados o con algún problema de fabricacion. En estos casos también se pueden corregir y evitar que esos roces continúen provocando heridas en las partes blandas de la boca, causando esas llagas.
Ante la aparición de aftas bucales, hay que buscar la opinión de un profesional
De todas maneras, el que puede determinar su origen y dar la solución más adecuada es siempre el dentista, que tras una revisión completa de la boca puede ir descartando causas y ofrecer el diagnóstico más ajustado. Con esta visita, podrá ofrecer una solución para evitar que se reproduzcan y aparezcan más.
Un apunte muy importante para evitar mayores problemas: no hay que utilizar los conocidos «remedios caseros». Muchos de ellos pueden causar muchos más problemas de los que resuelven. Siempre hay que confiar en un diagnóstico acertado y un tratamiento controlado por el profesional y nunca, nunca, automedicarse ni aplicar productos que pueden causar serias lesiones en la boca.
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