Algunos mitos que hay que desterrar para proteger nuestros dientes

A lo largo de la vida, se escuchan y leen cosas que intentan hacer que mejore la salud bucodental. Por desgracia, muchas de estas cosas no son del todo ciertas y seguir esos consejos y sugerencias puede llevar a hacer que los dientes sufran una serie de agresiones que causen serios problemas en la boca. Nunca hay que hacer caso de sugerencias que lleguen de canales alejados de los auténticos profesionales, porque estos son los que conocen bien el mejor modo de tratar los problemas de los dientes y la boca.

Estos mitos llegan del ámbito cercano y familiar, así que solemos hacerles caso porque no se hace con intención de dañar. Aún así, muchas de esas sugerencias pueden conllevar serias consecuencias, así que es mejor no tenerlas en cuenta y visitar al profesional para que sea él el que nos ofrezca una solución adecuada para cada problema.

Mitos sobre los dientes y su cuidado

– Los cepillos duros y los enjuagues fuertes son los que limpian mejor. No, no es cierto. Cada tipo de dientes y cada problema en concreto necesita un tipo de cepillo y productos de limpieza dental concreto. Aunque de manera habitual podamos cepillarnos con un cepillo de cerda normal, hay momentos en que se necesita un cepillo más ligero, que produzca menor presión. Así que es mejor dejarse aconsejar por un profesional y que sea él quien aporte el tipo de cepillo más adecuado en cada momento.

– El mal aliento lo producen los problemas estomacales. Puede ser, pero en la mayoría de las ocasiones, este viene provocado por la presencia de bacterias en la cavidad bucodental. Las bacterias se acomodan en los huecos entre los dientes o bajo la lengua y su actividad es la que provoca este problema. Una buena higiene, que incluya estos lugares donde proliferan las bacterias, podría evitar en la mayor parte de los casos este mal olor de la boca.

-Las encías sangrantes son debidas a un cepillado mal realizado. En este caso, algunos pacientes optan por no cepillarse los dientes o al menos, hacerlo de manera inadecuada y sin limpiar bien, evitando tocar las encías. Pero realmente, no es el cepillado lo que causa este problema, sino una enfermedad en las encías. Esta debe de ser tratada y curada. Así que antes de dejar de cepilarse, hay que acudir al profesional y dejar que sea él el que ofrezca una solución al problema.

– Con la edad se pierden dientes. No es algo que tenga que ser así necesariamente. Se pueden perder dientes por muchos motivos, pero también se puede evitar si se mantiene una buena higiene dental y se solucionan los problemas a medida que van apareciendo. Ser mayor no quiere decir tener que perder la dentadura, así que no hay excusas. ¡Ante cualquier problema, dolor o molestia que dure más de dos días… al dentista! Tu salud lo agradecerá.

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