Cómo cuidar un diente con empaste y alargar su vida

Cuando se detecta una caries, es importante acudir al dentista y que pueda ser tratada de forma correcta. El tratamiento más habitual es el empaste, del que ya hemos hablado en otro artículo. El profesional sabe qué hacer y cómo hacerlo de la manera correcta para que se corrija el problema y sea lo más duradero posible.

Pero, ¿qué debemos hacer para mantener intacto este empaste, cuidarlo, protegerlo y hacer que dure el mayor tiempo posible? Lo primero que se debe recordar es que cada uno de los productos que se utilizan para sellar el diente tienen un tiempo de secado diferente. Es fundamental conocer qué tipo de empaste se ha colocado para saber cuando se puede comenzar a masticar sin problemas. Esto lo dirá el profesional que lo ha puesto.

Durante varias horas inmediatamente después del empaste, es mejor no tomar ningún alimento ni bebida e ir introduciéndolos poco a poco. El profesional puede dar una pauta a seguir para ir introduciendo los alimentos en las primeras horas tras el empaste. Lo que dirá el profesional es evitar los líquidos excesivamente fríos o calientes, ya que las temperaturas altas o demasiado bajas pueden hacer que el material que se expanda o contraiga, pierda flexibilidad e incluso su forma, haciendo que produzca molestias.

Además se ha de tener en cuenta que la anestesía puede jugar una mala pasada, ya que parte de los músculos de la boca estarán dormidos y no funcionarán de manera normal. El masticar en estas condiciones, cuando parte de los nervios de la boca no captan los estímulos puede provocar que se muerda el tejido blando y se haga alguna herida sin darnos cuenta.

Aunque el relleno del empaste ya parezca duro, este es menos fuerte que el esmalte de los dientes y masticar alimentos duros puede causar daños en él. Los alimentos excesivamente pegajosos también pueden estropearlo, así que hay que evitar masticar con el lado de la boca donde está el esmalte. Si hay más de uno y en lados contrarios de la boca, es mejor evitarlos.

Si hay algún de contacto, por una deformidad del empaste, se puede arreglar fácilmente en la clínica dental, ya que el profesional podrá detectarlo y eliminarlo. En un plazo de unas 24 horas, este tipo de puntos que sobresalen se eliminan de manera espontánea, pero si no lo hacen, una visita al dentista puede eliminarlos sin problemas.

El uso de enjuagues con alcohol también resultan perjudiciales para los empastes, ya que alteran su composición y pueden reducir su vida útil. Hay otro tipo de enjuagues que limpian igualmente pero resultan menos dañinos.

Leave a reply