Cómo evitar el sarro y tener la boca sana

La limpieza de la boca es fundamental para mantener una higiene correcta y sobre todo, mantener boca y los dientes sanos. El cepillado diario, incluso dos o tres veces al día, es algo fundamental, pero no solo se trata de tener esta sana costumbres, sino que hay que trabajar algo más para evitar uno de los grandes enemigos de la higiene dental: el sarro.

El sarro es una placa bacteriana que se adhiere a los dientes y que no puede eliminarse completamente con el cepillado porque está cogido al esmalte dental y es difícil deshacerse de ella. Es el responsable del color amarillento que lucen algunas personas en sus dientes y puede llegar a causar más problemas, como gingivitis o la periodontitis.

La única manera de eliminarla completamente es acudir a la clínica dental y hacerse una completa limpieza dental. Lo que sí se puede hacer es evitar que vuelva a aparecer, manteniendo los dientes limpios y tratándolos siguiendo estos breves consejos.

Uno de los motivos que pueden causar el sarro es el sangrado de las encías. Si esto ocurre cuando se cepillan los dientes, hay que acudir al dentista para averiguar por qué ocurre esto. Para dejar los dientes bien limpios hay que realizar el cepillado de manera correcta y no olvidar ningún rincón de la boca por limpiar.

Una buena costumbre es pasarse el hilo dental al menos una vez al día. Con él se puede eliminar los restos de comida que quedan entre los dientes y evita que se forme la placa bacteriana. El uso de un colutorio para acabar la limpieza también ayuda a prevenir.

En cuanto a los alimentos más aconsejables para evitar la aparición del sarro son las frutas y verduras duras. Estos ayudan a mantener las encías sanas y fuertes. Las frutas ácidas ayudan a eliminar los restos de comida y favorecen la limpieza. Lo que hay que evitar son los dulces, ya que son causantes de muchos problemas de los dientes.

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