
Consejos para evitar la sequedad de la boca
La boca está compuesta por tejido blando, que necesita de la presencia de la saliva para estar permanentemente húmeda. La saliva consigue mantener a raya a las bacterias que viven entre los dientes y ayuda a evitar enfermedades en dientes y encías. Pero su presencia ha de ser continua y desde luego, no elimina la necesidad del cepillado tres veces al día.
La sequedad de la boca provoca que estas bacterias aumenten su actividad y sean más activas, provocando series problemas en la boca. Uno de los momentos más delicados es la noche, cuando dormimos. El nivel de secreción de saliva disminuye y provoca un aumento de la actividad de las bacterias, por eso es el momento más importante en cuanto al cepillado.
Pero también es necesario mantener la boca húmeda durante el día. La sequedad puede llegar por la acción de algún tratamiento médico, por algún problema en la boca o simplemente por la temperatura ambiente o la sequedad del aire. Se ha procurar mantener húmeda, evitando que se reseque. La manera más práctica es llevar una pequeña botella de agua e ir bebiendo de ella a lo largo del día.
El efecto del agua sería similar al de la saliva y mantiene fresca y húmeda la boca. Para ayudar a la salivación se puede masticar chicles sin azúcar. La accion del masticado favorece la segregación de la saliva y por ello, la higiene de los dientes.
Es aconsejable comer alimentos ricos en agua, como vegetales y productos frescos. Se ha de evitar la ingesta de carnes, productos salados y similares, que favorecen la sequedad de la boca y pueden causar problemas serios en caso de sequedad bucal. Es importante la hidratación, la limpieza frecuente y el uso del hilo dental para eliminar de forma completa cualquier resto de comida que pueda suponer un riesgo de salud.
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