Días de fiesta y la higiene de la boca

Hemos hablado en otras ocasiones sobre qué debemos hacer a la hora de mantener la higiene dental, aunque estemos fuera de casa y no dispongamos de las herramientas necesarias para hacerlo de manera normal. Se trata no de realizar esa limpieza completa que hacemos cada día, con nuestro cepillo de dientes, el dentífrico y el colutorio, pero sí de evitar que la boca resulte dañada por todo lo que comamos y bebamos esos días tan especiales en los que la jornada se ampie demasiado y estemos fuera de nuestra casa.

La llegada de fiestas como las Fallas, la Magdalena, San Fermín, las fiestas de la Mercé… Esas fiestas, igual que las fiestas patronales de todos los pueblos provocan que la vida se traslade a las calles de manera habitual y se celebran muchas comidas, cenas, meriendas… Todo fuera de casa y sin posibilidad de volver a tiempo para lavarse los dientes y evitar los temibles daños que se pueden provocar en la boca si no se tiene cuidado y se limpian bien.

Hay maneras de mantener la higiene. Por ejemplo, se puede mantener hidratada la boca. De esta manera se frena el desarrollo de los ácidos en la boca y se evitan daños mayores en dientes y encías. Además, la presencia de saliva en la boca evita que se reproduzcan las bacterias y produzcan ese mal aliento que tan mal efecto produce.

Y en cuanto a los dientes, no hay que descuidar la limpieza. Para ello, necesitamos una fuente de agua, en la que nos podamos lavar las manos. Podemos pasar el dedo índice por la superficie de los dientes y por las encías. De esta manera no podremos eliminar la suciedad de los dientes de manera total, pero se eliminará de manera parcial y no estará totalmente sucio.

Hay que tener cuidado para no dañar las encías con las uñas, de manera que hay que utilizar la yema del dedo para no dañar ninguna zona blanda de la boca. Además, también hay que evitar que se quede un trozo de uña entre los dientes. Para retirar cualquier resto de comida que haya entre ellos, es mejor llevar siempre un carrete de seda o hilo dental. Sobre todo, nada de utilizar mondadientes o palillos para quitar esos restos de comida.

Y, en cuanto se vuelva a casa, hay que cepillar bien los dientes y seguir la costumbre higiénica habitual.

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