El cuidado de los dientes en las personas mayores
Hay una creencia que dice que es inevitable que al final, los dientes se estropean y caen. Que a partir de los setenta años es imposible mantener los dientes sanos y en perfecto estado. Por supuesto, esto es una mentira más que evidente porque sabemos que, si se cuidan y se mantienen sanas, las piezas dentales pueden estar ahí durante toda la vida.
Y por eso es importante comenzar desde bien jóvenes a establecer rutinas y costumbres de lavado de dientes y para acudir regularmente a la visita del dentista. Manteniendo limpios los dientes y atajando con rapidez los problemas que puedan surgir, tenemos dentadura para años.
En las personas mayores la boca ha cambiado. Es posible que los nervios pierdan sensibilidad y que no se perciban los problemas con tanta rapidez como cuando se tiene unos años menos. Por ese motivo hay que aumentar el cuidado y visitar al dentista varias veces al año. La presencia de una caries puede no ser detectada a tiempo y sin tratamiento, se puede perder la pieza.
Una persona mayor puede mantener la dentadura intacta y sana durante muchos años. Pero existe la posibilidad de que se necesite llevar una prótesis dental, una dentadura postiza. Esta puede ser completa o parcial. El especialista de Centros Dentalplus valorará la mejor opción y aconsejará al paciente sobre qué tipo de dentadura necesita para recuperar su sonrisa.
El profesional le explicará también la mejor manera para mantener limpia esta pieza artificial, además de la manera de mantener sanas y en condiciones las naturales. Un buen cepillado después de cada comida, apoyándose en el uso de la seda dental y un enjuague bucal ayudará a que se mantengan en su sitio durante muchos años.
Para cepillarse, quizá un cepillo de cerdas duras pueda lastimar las encías, ya que estas se resienten con el paso de los años. Hay que elegir un cepillo más suave para evitar dañar esta parte tan sensible y continuar haciendo una vida totalmente normal. En el caso de la seda dental hay que ir con cuidado para evitar el sangrado y además, el enjuague ha de ser el adecuado a las características del paciente.
Con todas estas precauciones, podremos disfrutar de una boca sana y una sonrisa atractiva durante mucho, mucho tiempo.