El enjuague bucal, ¿es realmente útil sin el cepillado?
Una buena higiene dental no puede realizarse correctamente sin eliminar totalmente los restos de comida de entre los dientes. Por eso, se recomienda que antes del cepillado se pase el hilo o la seda dental para despejar el espacio interdental. Después se ha de eliminar la suciedad y el sarro con el cepillado. Para finalizar, hay que utilizar un colutorio o enjuague dental para acabar de realizar una limpieza correcta.
Pero, ¿se puede realizar solo uno de estos pasos para mantener limpia la boca y los dientes? Si hablamos del método más práctico, el que no puede faltar, es el cepillado. Con este se consigue la mayor eficiencia limpiando, aunque siempre puede quedar algún resto entre las piezas dentales. El hilo dental arrastra esa suciedad pero no limpia la suciedad de la superficie.
Por último, el enjuague dental no suele ser demasiado eficaz, ya que solo realiza una limpieza superficial, sin conseguir arrastrar nada de la suciedad acumulada en los dientes. Así, aunque consiga eliminar, entre otras cosas, el mal aliento de manera provisional y algo de la suciedad en los dientes, no arrastra ni el sarro ni los restos de comida entre los dientes.
Tampoco sirve para blanquear los dientes, aunque la etiqueta diga que lo hace. Utilizando el colutorio como única herramienta de limpieza, no se consigue efectividad y no sirve para nada. Puede utilizarse, si es necesario, como una medida provisional si no se pueden cepillar los dientes. En cuanto a su efectividad, es nula, así que pese a haber utilizado este para limpiarse cuando no se puede hacer de otra manera, se ha de proceder a cepillar los dientes y utilizar el hilo dental en cuanto sea posible.
El colutorio nunca puede sustituir al cepillado, así que, anque se pueda utilizar para ofrecer un alivio a la boca después de una comida, es mejor no centrar en él la higiene dental.