
Junto al cepillo, lo más importante para cepillarse los dientes con efectividad es el dentífrico a utilizar. No hay un único tipo de dentífrico, así que hay que valorar cuál es el que mejor se adapta a las necesidades de cada uno. Vamos a repasar los distintos tipos de dentífrico que existen en el mercado y sus principales características.
Fluidos: Este tipo de dentríficos se utilizan en momentos en que se lleva ortodoncia. Su composición, más ligera y acuosa permite que llegue hasta puntos en los que la ortondoncia dificulta el cepillado y ayuda arrastar la suciedad.
Gel o crema dental: Es el más común de los dentífricos y el que prefiere la mayoría de los usuarios. Esta es la más aconsejada para la higiene normal y con dientes sanos. Eliminan con eficacia la suciedad y permiten una limpieza efectiva.
Con partículas: Este dentífrico tiene partículas que realizan una mayor abrasión y que permiten arrastrar mucho mejor la suciedad. Además pulen el esmalte y ayudan mineralizar a este, favoreciendo una mayor resistencia contra los efectos de las bacterias.
Además, según el problema que exista en los dientes, se puede utilizar un dentífrico que cuente con elementos específicos que ayuden a solucionar el problema y mejorar la enfermedad que se tenga. Estos son los más comunes.
Fluoruro de estaño o sodio: Este se utiliza en caso de caries. No solo reducen la acidez de la placa bacteriana y de la saliva. Además, tapa los huecos por depósito, por lo que es más conveniente para evitar el daño en los dientes y evita futuros problemas.
Nitrato de Potasio: Esta sustancia se utiliza en dentífricos indicados para neutralizar la sensibilidad de los dientes, taponando los túbulos que unen el nervio con el exterior. Tiene efectos antibacterianos y no puede ser utilizado por niños menores de 6 años.
Triclosán: Se utiliza cuando es necesario tratar la gingivitis. Su efecto regenera las encías y evita su deterioro.
Hexametafosfato de sodio: Pule las zonas con manchas, eliminando la placa bacteriana e impide que se adhieran las manchas a la dentina.
Peróxido de carbamida: Se utiliza para realizar un blanqueamiento de los dientes no profesional. Los dentífricos blanqueadores no profesionales deben contener menos de un 1% de esta sustancia ya que puede resultar dañina en cantidades mayores.
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